Si pudiera orar contigo. sDt 62


Escúchame, ¡Oh, mi Dios Amado!  Tú, que has asegurado el firmamento con Tú sabiduría y poder en un balance perfecto; que por eso a Tus Ojos ¡oh, mi Dios! no escapa nada. 

Amarte es desprenderse de uno mismo.  Por eso no hay entendido de nuestros besos y abrazos a los que recurro constantemente.  ¿Quién entenderá?  Solo Tú, que sabes que me desangro en las noches sumergido en las lagunas de Tu querer.  Pidiéndote fantasías extasiadas de rocíos de amor. 

¡Oh, mi Dios amado! Que no halles en mi la arrogancia del soberbio que esconde su indiferencia litigando con el pobre de espíritu, con preceptos humanos para erradicar la sencillez de su corazón, escarneciéndolo porque no hay afección.  Que no me oculte en las filas y escurra mi cabeza bajo una sombra ajena.  Pero que se habrá la brecha de los labios, que no hablen las piedras porque se haya perdido la bondad. 

De los dones te he pedido el don de “la obediencia” ese es el don que anhelo.  Para que no encuentre frente a mis ojos un hermano olvidado, sino más bien que lo pueda acurrucar entre mis brazos y decirle como Tú quieres que le diga:  Te amo.  Además, bendícelos a todos.  Tuyo es el poder.  Amén.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

%d bloggers like this: