Despoblada de alabanza acalora la colectividad, por cuando a prevaricado el cimiento de su valor.
Lejos de su existencia tumultos suele amasar, son almas que suele robar, liará a alguien más.
Golpea mucho en el empeño para confundir a los dueños, su naturaleza se devela y como cortina se rueda,
se alimenta de vituperios y ascienden las demás, enredadas en despojos, en la gula piden más.
Falta caridad a sus huesos se desgaja solo a sí, adorando proporciones, sus añoranzas y altivez.
Para el amor no hay atajos tampoco para la verdad, no se esconde la realidad culpando a los demás.